A mediados del siglo XVIII, el ex soldado español Manuel de Ocio recibe por influencia de su suegro una merced real para la explotación minera en el sur peninsular, la amplia región
concesionada era en lo que hoy es la zona de El Rosario, El Triunfo y San Antonio.
Sin embargo su fortuna Ocio la había iniciado con la comercialización de perlas, aprovechando su cargo militar, que le permitía desplazarse por las costas, donde compraba o hacia trueque con los nativos que extraían fácilmente las perlas, de las cuales ellos desconocían su gran valor.
La
primera mina registrada por Ocio fue llamada "El Triunfo de la Santa Cruz", razón a la cual El Triunfo debe su nombre. Para explotar las minas de
su propiedad Ocio contrata personal de tal suerte que llegó a ocupar una buena
cantidad de empleados los que se asentaron con sus familias en el mismo sitio
del beneficio minero de Ocio y también lugar de residencia de este mismo.
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Foto: APFC Abril 2010 |
Este
asentamiento surge alrededor del año de 1748 y es, tal vez, el primer
asentamiento que no dependía directamente del mando jesuita, ejercido por ellos
en toda la California conocida. En la época de bonanza, el Real de Santa Ana
llegó a tener veintidós familias todas ellas trabajando para Don Manuel de Ocio, de
tal suerte que los operarios del beneficio minero eran cerca de los doscientos,
ninguno de los operarios de Ocio era de procedencia indígena local. De estas
familias, entre ellas mi familia, los Mendoza, surge la gente que se asentó
luego en las nuevas poblaciones civiles de San Antonio y El Triunfo, se suman a
ellas algunas de las que se encontraban entonces en los asentamientos
misionales, de estos primeros habitantes civiles surgieron ramificaciones
familiares muchas de las cuales se han extendido hasta nuestros días y que
forman parte de las grandes raíces familiares sudcalifornianas.
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